¿Alguna vez te has encontrado en una situación en la que aceptas hacer algo que en realidad no querías?

A todos nos ha pasado. No sabes como pero de repente estás buscando casa rural para 12 adultos y 12 niños. Tu casa se llena de gente porque «eres tan buen anfitrión…» Siempre acabas reorganizando los canales de toda tu familia.

Para nuestro consuelo la persona que “no sabe decir que no” es un sujeto con magníficos atributos personales: puntual, disciplinado, cumplidor, confiable, obediente, permeable a la crítica y a la presión del grupo, etc. Además, también goza del respeto y la consideración de los compañeros de trabajo, de familiares y amigos –

La dificultad para decir “no” es algo normal. Como en todas las conductas humanas, existen los extremos, y mientras más nos acercamos a uno u otro, comenzamos a tener problemas.

En un extremo están las personas a las que prácticamente nunca les cuesta trabajo decirlo. Estas personas que a primera vista pueden parecer muy seguras de si mismas, suelen tener muy poca capacidad para empatizar con las necesidades de los demás y puededarse el caso de que tengas fuertes problemas interpersonales.

En el otro extremo están aquellos a los que les es prácticamente imposible decir “no”, y viven su vida resolviendo las necesidades de otros anulándose a sí mismos y a sus propias necesidades y deseos. El decir “no” es difícil cuando implica ir en contra de las expectativas o deseos de otro, es decir, cuando nos piden algo o esperan algo de nosotros, ya sea una reacción determinada, una opinión, una conducta, etc., o cuando otra persona manifiesta su deseo y depende de nosotros satisfacerlo.

El problema de no saber decir “no” es que después tenemos que afrontar las consecuencias. Nos obligamos a vivir situaciones que no deseábamos. Es importante reconocer cuál es tu necesidad o deseo, y decidir si eso es una prioridad para ti en ese momento, o si estás dispuesto a ceder a los deseos del otro. No es lo mismo ceder porque me siento obligado a hacerlo, que ceder porque yo lo decido así. Y de igual modo podemos aprender a decir “no” si esto significa poner atención a nuestras propias necesidades y atenderlas.